El expresidente destaca la apuesta al equilibrio fiscal, aunque procura que se atiendan los reclamos de los gobernadores e intendentes amarillos por el reparto de fondos, deudas y la reactivación de obras
Mauricio Macri, el jefe de Pro, aún no bajó una instrucción a sus bloques en el Congreso ni un impuso un criterio respecto de cómo espera que actúen en la próxima gran batalla legislativa que enfrentará Javier Milei: la discusión por el presupuesto de 2025. A sabiendas de que el Gobierno tendrá ahora el difícil trabajo de buscar las mayorías para aprobar la ley de leyes en un tablero fragmentado y que su fuerza volverá a ser un sostén clave para la Casa Rosada, Macri esperará a que avancen las negociaciones entre el oficialismo y los representantes de Pro antes de expedirse. Sin embargo, envía mensajes de tranquilidad: está predispuesto a acompañar, sobre todo, la idea del Presidente de blindar el equilibrio fiscal.
En el entorno de Macri no visualizan un escenario de conflicto después de los últimos desencuentros por el DNU de fondos reservados para la SIDE o la reforma jubilatoria, aunque ratifican que el apoyo no es incondicional. Es decir, el expresidente pedirá que el proyecto de Presupuesto no se vote “a libro cerrado”, como ocurrió durante el extenso debate por la ley bases y el paquete fiscal. En ese momento, consideraba que Milei debía contar con las herramientas para gestionar y concretar las reformas que propuso para la economía y el Estado. Ahora, apuesta a forzar a que el Presidente atienda los reclamos del jefe porteño, Jorge Macri, los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut) e intendentes de su fuerza. “El Pro está para apoyar el equilibrio fiscal, pero tampoco vamos a regalar los votos”, grafica una de las espadas legislativas del espacio.
Con ese trasfondo, dado que será el interlocutor de Pro en la negociación con el Gobierno en Diputados, Cristian Ritondo, titular del bloque amarillo, ya canaliza los pedidos de los mandatarios y jefes municipales del macrismo.
La lista de demandas insatisfechas de los aliados es extensa. Pese a que selló un acuerdo con la Nación por el giro de los fondos de coparticipación ante la Corte Suprema, Jorge Macri se alista para lanzar una última ofensiva para que Luis Caputo acepte incluir en el presupuesto que pagará el 2,95% de los fondos a la Ciudad de forma automática y a través del goteo diario del Banco Nación. En el texto de la iniciativa que envió Milei al Congreso solo figura el 1,4%, lo que disgustó a los caciques de Pro.
Por su parte, los gobernadores de Chubut y Entre Ríos requieren que se autorice el “flujo” de la deuda de la Anses con las cajas previsionales; el pago de la compensación por la devolución del fondo del conurbano a Buenos Aires que se incluyó en el pacto fiscal firmado en 2017; y que el Gobierno resuelva el traspaso de las obras que quedaron inconclusas en las provincias. Este jueves, Torres puso en marcha las tratativas para conciliar posturas con el Ejecutivo después de que Milei advirtiera que las provincias deberán profundizar el ajuste de las cuentas públicas para colaborar con la meta del déficit cero.
El gobernador mantuvo un encuentro con el ministro de Economía para exhibirle los resultados del programa financiero y fiscal que implementó en Chubut. Torres, que recompuso su vínculo con Santiago Caputo, el asesor todoterreno de Milei, se fue satisfecho de la cumbre con el titular del Palacio de Hacienda. Le pidió, ante todo, reactivar las obras “prioritarias” en la ruta 40 para generar inversiones y desarrollar sectores de la industria, el turismo y la producción.
En la cúpula de Pro se impone la idea de que el mejor escenario es que Milei consiga los votos para sancionar el proyecto en el Congreso. Por eso, no prevén ser un obstáculo, pese a que ansían que se concreten sus demandas. Es que la prórroga habilitaría a un uso discrecional de los recursos por parte del Poder Ejecutivo. “Vamos a estudiar el Presupuesto y si vemos que tiene lógica y cumple con lo que Pro pretende respecto del equilibrio fiscal, lo vamos a acompañar. Pero no vamos a votar a libro cerrado”, señalan cerca de Macri.
El expresidente aterrizó el último sábado en el país después de un viaje por África y Corea del Sur. Quienes lo trataron durante las últimas horas aseguran que estuvo abocado a su agenda en el exterior y que no realizó un seguimiento puntual de las conversaciones por el Presupuesto 2025. En cambio, se metió en el conflicto entre el Gobierno y los gremios aeronáuticos: salió a reclamar el “desarme urgente” de Aerolíneas Argentinas.
Si bien admiten pequeños avances en la coordinación legislativa entre el bloque de Pro el Gobierno y celebran que Milei se haya involucrado en las tareas de gestión política, los macristas mantienen la cautela y aguardan resultados. Dicho de otro modo: que el Presidente revise las asignaturas pendientes con Macri.
El análisis de la letra chica del Presupuesto quedó en manos de Luciano Laspina, Daiana Fernández Molero, Germana Figueroa Casas, referentes económicos de la bancada, quienes se vieron durante dos horas con Carlos Guberman, secretario de Hacienda, para interiorizarse sobre los detalles de la propuesta del Ejecutivo. “Es un presupuesto razonable y prolijo, pero un tanto optimista respecto de la recaudación”, grafica uno de los consejeros económicos de Macri. El próximo martes, Hernán Lacunza, Nicolás Dujovne y Guido Sandleris se sumarían a la reunión de bloque de Pro para brindar sus impresiones sobre el proyecto. La disputa, anticipan en el seno del macrismo, se dará en la votación en particular, donde los gobernadores redoblarán la presión para garantizarse recursos para morigerar el impacto del ajuste de Milei en las cuentas provinciales.
Más que el debate por el Presupuesto, en la conducción de Pro genera inquietud la decisión de Milei de vetar la ley que dispone un aumento de los fondos para las universidades nacionales. Anticipan que podría haber resistencias en el bloque para alinearse con la Casa Rosada, visualizan que la discusión sobre la defensa de la educación pública se trasladará a las calles y temen pagar un costo excesivo ante su electorado. Por caso, Luis Juez, jefe de la bancada en el Senado, o Guadalupe Tagliaferri votaron a favor del incremento del financiamiento de las universidades. “Nosotros pagamos todos los costos”, dicen en la cúpula de Pro.